Uno de ellos, el físico Theodore Shepherd de la Universidad de Toronto, logró determinar-a partir de un modelo climático complejo- que el cambio climático alterará la circulación atmosférica, y esto provocará un cambio en la distribución de ozono dentro de la estratosfera.
El profesor Shepherd visito la Universidad Nacional del Nordeste a raíz de las colaboraciones que viene realizando con el doctor Manuel Pulido de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura. El proyecto conjunto propone el mejoramiento de los modelos climáticos a través de técnicas inversas novedosas que permitan mejorar la representación de procesos físicos en los modelos.
Estas colaboraciones se han visto plasmadas en un convenio entre la Universidad Nacional del Nordeste y la Universidad de Toronto que prevé el intercambio de científicos y estudiantes para su formación en el área de cambio climático.
Shepherd es un investigador ampliamente reconocido en el área de cambio climático particularmente de aspectos ligados a la química y la dinámica estratosférica. Es profesor e investigador en el Departamento de Física, de la Universidad de Toronto (Canadá). Actualmente integra el directorio del SPARC-Programa Mundial de Investigación en Clima (World Research Climate Programme). Shepherd obtuvo su doctorado en física, en el Massachusetts Institute of Technology (MIT, USA) y realizó su posdoctorado en la Universidad de Cambridge (Inglaterra). Tiene más de 170 publicaciones en revistas indexadas. Ha sido editor principal de una de las revistas más prestigiosas del área, la Journal of Atmospheric Sciences y recibió membresías de la American Meteorological Society y la American Geophysical Union.
Variaciones en la Capa de Ozono
“El cambio climático producirá modificaciones en los vientos y estos a su vez en la capa de ozono” explicó Shepherd. Parte de esa dinámica de vientos son ondas planetarias de sistemas de baja y alta presión que se están propagando hacia arriba, hacia la estratosfera y que al romperse producen un fenómeno que de manera vulgar se podría asemejar al efecto de una batidora.
“El desplazamiento de esas ondas que se propagan hacia arriba y producen esta mezcla no están bien entendidas. En otras palabras, se conocen los procesos de formación pero no desde el punto de vista cuantitativo” señaló el físico.
Como consecuencia de esto, se encuentra trabajando para poder entender cómo esas ondas van cambiando en ese proceso ascendente de propagación. Entender este fenómeno es trascendente, ya que explicaría los cambios que se dan en la estratosfera y sus interacciones con la capa de ozono.
Shepherd explicó las consecuencias que traerá esta disminución de la capa de Ozono. “En los trópicos es donde se producen los mayores cambios se reduce la cantidad de ozono y esto conlleva a un aumento de la radiación ultravioleta. Se espera que en el futuro se siga incrementando esa diferencia: habrá menos ozono aún y más radiación ultravioleta. Esta reducción de ozono que se está produciendo en los trópicos lleva a que allí mismo haya un exceso de radiación ultravioleta y esto afectará directamente a la piel, y ojos de las personas”.
Pero en latitudes medias lo que se espera es un fenómeno inverso, un crecimiento del ozono y por lo tanto una reducción en la radiación ultravioleta que llega a la tierra. También esto provocará efectos adversos, como la baja asimilacion de Vitamina D propia de las personas que viven en regiones con luz solar limitada.
-¿Se puede estudiar el cambio climático y desecharlo basándose en una base estadística con registros pluviométricos y de temperaturas de hasta más de 40 años atrás?
Si en una ciudad se está estudiando la fiebre amarilla, para lo cual se analizan a 5 personas y se ve que ellas no tienen fiebre amarilla, no se puede descartar el contagio. El muestreo tiene que ser lo suficientemente significante y cubrir a una gran parte de la población para poder llegar a una conclusión sobre si hay una epidemia de fiebre amarilla o no. A los efectos de los estudios sobre cambio climático (y también sobre otros) las muestras deben ser lo suficientemente significativas para entender y explicar determinados fenómenos. Es muy difícil estudiar cambios climáticos a partir de variables como la temperatura, las precipitaciones, porque son muy “ruidosas” se confunden los cambios con el “ruido” de esas variables. Se denominan ruidosas, porque poseen alta variabilidad en distintas escalas de tiempo (diarias, mensuales, estacionales, anuales, decadales, etc). Son cambios continuos y permanentes. Cuando hay mucho ruido es muy difícil detectar si hay modificaciones a largo plazo. Tendríamos que tener informaciones de los últimos 100-200 años para comprobar si esas variaciones ruidosas han tenido algún tipo de cambio. Es muy difícil tener semejante información. Por lo tanto hay que buscar otros métodos para estudiar el cambio climático.
-¿Cuáles son las variables más confiables para detectar el cambio climático?
La mayor parte de la comunidad científica concentrada en el problema ha encontrado numerosas evidencias de que el cambio climático está ocurriendo. En función a eso hay variables que son más confiables, por ejemplo: la temperatura de los océanos, que según las últimas mediciones está creciendo y el seguimiento de los glaciares. El derretimiento de los glaciares es algo que se esta registrando en una escala global. Hay muy pocas excepciones, cuando se promedia la media de los glaciares, queda claramente en evidencia este derretimiento como consecuencia del aumento de la temperatura.
Sin embargo hay otras variables,como por ejemplo: la temperatura cerca de la superficie (la que se mide en estaciones meteorológicas) donde los cambios o tendencias que se puedan encontrar no solo se debe al aumento de emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, sino a los cambios del uso de la tierra.
El avance de la agricultura, arremetió contra los bosques naturales y esto también tiene un efecto sobre el clima.
Como conclusión: la acción de los gases con efecto invernadero, el cambio en los usos de la tierra afectan el clima por lo que se pretende entender cual es el rol que cada uno de los forzantes antropogénicos (cambios en la tierra producidos por el hombre) pueda llegar a tener en el cambio climático.
-¿En qué consiste el concepto de riesgo climático del que tanto se habla en estos momentos?
El tema del clima es algo tan importante para la población que ya no se reduce solamente al estudio científico. Participan otras áreas, como la política, la medicina y la ingeniería. Es algo que afecta a la gente y cuando esto ocurre, los actores políticos se interesan por las medidas preventivas para evitar consecuencias masivas. Pongo como ejemplo lo que sucedió con el huracán Katrina que destruyó Nueva Orleáns. En esta etapa de reconstrucción, los ingenieros deben reestablecer las defensas de la ciudad y necesitan de información climática para poder calcular la altura que deberá tener el nuevo dique. Se sabe que el nivel del mar crecerá como consecuencia del cambio climático y los ingenieros no pueden correr el riesgo de no tomar en cuenta este dato.
Aunque haya el 20 por ciento de posibilidades de que el nivel suba 1 metro, hay un 20 por ciento de riesgo de que la población sufra las consecuencias.
Fuente: Juan Monzón Gramajo | | | Agencia CyTA-Instituto Leloir |
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